Ayer, cuando al llegar nos pusimos la bata por primera vez, me sentía como si fuera disfrazada, como si esa rubia del espejo no fuera yo, sino otra. al ver al primer paciente, hablar con el, que te cuente su historia y se abra contigo sin ningún problema, fui asentándome poco a poco en mi posición. Paciente tras paciente, cada vez estaba más contenta, mas alegre y me veía más segura con cada uno de ellos. Y para ser el primer día incluso ya elegí mis favoritos.
Hoy, como segundo día, no me he visto rara con la bata, ni siquiera con el pijama, ya tenia mi uniforme completo. He vuelto a ver a los mismos pacientes de ayer, y hoy las conversaciones con la mayoría eran más fluidas, mas confianza, mas contacto y mas actividad con ellos.
Poder ayudar a personas todos los días a que hagan de su vida algo con más calidad, no tiene precio, y poder participar en la mejora de su calidad de vida es algo a lo que he aspirado desde que empece la carrera.
Gracias Terapia Ocupacional por asaltar mi camino!!:)
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