Ir todos los días a prácticas no te sirve solamente para aprender o ayudar a las personas, sino que te da la oportunidad de conocer a gente increíble, con un afán de superación casi heroico. Todos los días no haces mas que pensar que cada uno de ellos son pacientes, que su terapia no dura para siempre y que llegará el día en el que ya no estarán en tu lista...
Sin embargo, con algunos de ellos es muy difícil separar, diferenciar donde acaba la relación terapeuta-paciente y donde empieza una relación de amistad. Hoy no ha sido la primera vez que hemos dado el alta a un paciente, pero si puedo reconocer que ha sido de las más dolorosas. Una mujer que nos preguntaba por nuestros estudios, nos contaba sus cosas y con la que nos reíamos, con la que teníamos mucha confianza y ella en nosotras. En la despedida hemos prometido quedar las cuatro a tomar un café, a que nos cuente como ha sido su reincorporación a su trabajo (un trabajo precioso por cierto)... María José, vas a ser una paciente muy difícil de olvidar... =D
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