En ocasiones te da la sensación de que el tiempo no corre, de que los relojes están parados y que todo lo que ocurre a tu alrededor va demasiado despacio. Te vienen a la cabeza momentos que ponen tus pelos de punta, rememoras instantes que desearías borrar y los rumias en tu mente durante minutos hasta que decides que a lo hecho pecho.
Y, justo en el momento en el que las agujas del reloj vuelven a una velocidad normal, cuando ves todo tu tiempo por delante, todo lo que puedes hacer, con todo agosto por delante, mi mente ya comienza a maquinar planes...
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